¿Qué es eso de terapia cognitivo-conductual?
Dentro del campo de la psicoterapia, existen muchas corrientes que tienen diferentes puntos de vista sobre cómo hacerle para que te sientas mejor. Existe una corriente que se denomina cognitivo-conductual. Se caracteriza por considerar que las emociones son causadas por la interpretación que le damos a situaciones o acontecimientos y que, posteriormente, actuamos dependiendo de nuestras emociones. Así mismo, existen muchas ramificaciones dentro de la terapia cognitivo-conductual, como la terapia racional emotiva (TRE), la terapia cognitiva, entre otras. Ciertamente la gente no suele preguntar sobre la especialidad de los terapeutas, pero recuerda que es muy importante que sepas la corriente de tu terapeuta, pues quizá sientas comodidad con alguna terapia más que otra.
¿Cuáles son las características de la terapia cognitivo-conductual?
Si podría describir a MUY grandes rasgos unas características adicionales de la corriente cognitivo-conductual, podría resumirlo en los siguientes puntos:
- Se basa en un modelo médico que cree en los diagnósticos.
- Es de las terapias más validadas por la ciencia, pues tiene muchos elementos que demuestran su efectividad ante diversas problemáticas .
- En comparación a otras corrientes, es breve*.
- Utiliza muchas técnicas que te ayudan a trabajar con tus pensamientos.
- Fomenta el cambio de hábitos o comportamientos en tu vida diaria.
- Cree que las personas tienen habilidades (como la asertividad o de comunicación), pero intenta potenciarlas al dar cierto entrenamiento en ellas.
- La/el terapeuta suele ser más directivo que en otras corrientes, lo que significa que te guiará de una manera más activa en cada sesión y programará los temas que trabajará desde la entrevista.
- Puede utilizar pruebas estandarizadas para identificar si presentas síntomas de depresión, ansiedad, problemas de la conducta alimentaria, etc.
*La brevedad dependerá de la sintomatología de cada persona, pues cada caso es único y varía de persona a persona
Todo lo anterior implica que esta terapia sea directa y al grano. Antes, muchas décadas atrás, el modelo terapéutico hegemónico era el psicoanálisis, pero se consideraba que era lento y con poco sustento científico. Por la misma razón, muchas personas tenían que lidiar con largo tiempo para resolver sus problemas. Para responder a esta problemática, aparece la terapia cognitivo-conductual. Dentro de las virtudes de esta terapia podrás ver que se enfoca de una buena vez en el problema. Se centra mucho en el presente y algunas veces en la construcción de creencias que has aprendido a lo largo de la vida. Los terapeutas cognitivos creemos que las personas somos como esponjas y aprendemos de nuestro entorno y de las personas que nos rodean. Estos aprendizajes influyen a lo largo de tu vida para bien y a veces para mal. En la terapia cognitivo-conductual sí se suele trabajar con estas creencias, pero también con otros elementos, dependiendo de lo que tú terapeuta considere mejor.
¿Cómo es la forma de trabajar de un terapeuta cognitivo-conductual?
Bueno, podemos ser algunas veces bastante directos. Ciertamente nos entrenan para escuchar, aunque nuestra cabeza está girando aceleradamente para encontrar información que pueda ser relevante con el problema que presentas. El hámster en nuestras mentes se enfoca mucho en encontrar errores de pensamientos que puedas tener y que te estén generando ansiedad. También, mientras escuchamos, pensamos algo así como ¿qué está haciendo esta persona que le causa problemas? o ¿qué podría comenzar a hacer para empezar a sentirse mejor? Podría parecer sencillo, pero te aseguro que no lo es. Contemplamos muchísimas variables que podrían ser la causa de tus problemas y como una especie de detectives de la mente, indagamos hasta dar en el clavo y encontrar las ideas que puedan generarte malestar. Todo esto mientras validamos lo que sientes. No te preocupes, no somos gente fría como dicen las malas lenguas. Nos gusta ser eficaces. Para nosotros, entre más pronto te sientas bien, mejor. Si cometemos algún error, hablamos mucho o parecemos regañones, nos gusta que nos lo digan. De hecho, te pediremos retroalimentación constante sobre cómo llevamos nuestro trabajo de acuerdo a tu percepción. Nos importa que te sientas tan cómodo/a como sea posible. Ya si abordamos un tema difícil y lloras a lágrima suelta, bueno, a eso va uno a terapia, ¿no?
¿Y cómo suele ser la personalidad de un terapeuta cognitivo-conductual?
Aunque fue una terapia iniciada por psiquiatras, buscamos quitarnos la etiqueta de doctores y preferimos una relación más horizontal. Somos personas que también lloramos, algunos nos echamos una que otra cerveza los fines de semana, reímos y tenemos problemas. Nuestra intención no es demostrar que somos una clase de sabios, porque en definitiva no lo somos. Solo somos personas que tenemos un título y que con los estudios y el tiempo hemos aprendido una que otra cosa que podría hacer que te sientas anímicamente un poco mejor.
Algunas consideraciones antes de empezar un proceso terapéutico
Recuerda que siempre puedes preguntar a un terapeuta sobre su formación. Aplica para cualquier enfoque terapéutico. Ayuda mucho el pedir referencias de la persona. Toma en cuenta también que mereces una atención de calidad. Fíjate en las especialidades o reconocimientos de tu terapeuta. Se vale googlear y checar si esa persona tiene registro ante la SEP y cuenta tanto con título como cédula profesional. Es altamente recomendable que la persona tenga una especialidad en psicoterapia, aunque lo anterior no está estríctamente regulado en México. Hay gente que tiene muchos años dando terapia y no tiene documentos que lo avalen. Ten en mente que papelito habla para que no te lleven al baile. Cuida tu dinero, pero sobre todo cuida que te atienda una persona que tenga un buen respaldo académico y profesional.
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