Psicoterapia: mito o realidad

 

Hay críticas durísimas para la terapia psicológica. Entre peras y manzanas, tal vez te preguntes qué es o qué clase de brujería podría tratar los problemas que te aquejan. ¿Y sabes? Realmente hay muchas razones por las cuáles puedes dudar de la psicoterapia. Actualmente, cualquier persona se levanta una mañana, estudia un cursillo que otro y ¡LISTO! Ahora es una persona que tiene un papel que le otorga el nombramiento de PSICOTERAPEUTA.

¿En quién confiar y de quién dudar? ¡Si tan solo la respuesta fuera tan fácil! Las personas que trabajamos en los terrenos de la salud mental sabemos qué es de confiar y qué no. Pero tal vez esto pueda ayudarte un poco a comprender en términos muy generales hacia dónde debes ir si alguna vez decides comenzar un proceso psicoterapéutico. Leamos el siguiente fragmento de un artículo de la Asociación Psicológica Americana (APA):

La psicoterapia es un tratamiento de colaboración basado en la relación entre una persona y el psicólogo. Como su base fundamental es el diálogo, proporciona un ambiente de apoyo que le permite hablar abiertamente con alguien objetivo, neutral e imparcial. Usted y el psicólogo trabajarán juntos para identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que le impiden sentirse bien.

No solo los psicólogos pueden dar terapia; psiquiatras también pueden trabajar en psicoterapia. Aunque las regulaciones en México estén un tanto marcianas, técnicamente varias profesiones pueden estudiar un posgrado en alguna corriente de psicoterapia. No es que sea algo malo, pero en otros países se estudia una carrera base en psicoterapia y, aquí en México, es necesario especializarte. Lo idóneo, en mi opinión, es haber cursado una carrera relacionada a ello previamente. Pero ahí la SEP y sus cosas. En fin, hay muchos tipos de psicoterapia. De todos los gustos y sabores. Cada corriente tiene su propia corriente filosófica. Esto es sumamente importante, pues dependerá de los métodos que use y también de cómo entienden la psicoterapia en sí misma. Aquí van algunas corrientes muy conocidas (aunque no todas):

  • Psicoanálisis
  • Terapia Centrada en la Persona
  • Psicoterapia gestalt
  • Psicoterapia racional emotiva conductual
  • Psicoterapia cognitiva
  • Psicoterapia sistémica
  • Psicoterapia conductual

Enlistarlas todas me llevaría mucho tiempo y tengo un paciente en una hora, así que ¡corre como el viento, Tiro al Blanco! No todos los psicoterapeutas tienen un diván o te piden hablar de tu infancia ni tampoco te pedirán que hagas dibujos de una persona bajo la lluvia. Tampoco todos son unos gurús que tengan largas barbas o, como es en mi caso, tampoco todos tendrán formatitos y registros para todo. 

Hay una diversidad muy grande de corrientes terapéuticas. Algunas pueden ser mejores que otras para tratar ciertos problemas. Por ejemplo, los psicoterapeutas cognitivos tenemos técnicas muy buenas para el manejo de ansiedad, pero los terapeutas humanistas (entre sus múltiples divisiones) son excelentes escuchas y brindan una calidez tremenda. Si son temas del pasado, el enfoque psicoanalítico puede ser lo que buscas. Siendo las problemáticas emocionales tan complejas, es complicadísimo intentar encontrar una terapia para cada problema.

La psicoterapia no es la panacea de los problemas psicoemocionales. Hacemos nuestra lucha para que nuestros pacientes/clientes se sientan lo mejor posible, pero también entendemos que a veces nuestro enfoque o nuestra manera de trabajo tiene sus limitantes. Además, suele ser un proceso LENTO. Muy LENTO. 

Por la inmediatez a la que estamos acostumbrados en nuestro muy avanzado siglo XXI (aunque el siglo XXII se burlará de este comentario dentro de unos 80 años), queremos todo rápido. Así que si esperas que una sesión te cure de todo mal emocional, tal vez te lleves una gran decepción. 

Eso sí, cada persona responde de forma diferente. Hay personas que tienen un diagnóstico de depresión que salen de ella a pasos agigantados, mientras que otras pueden tardar años. Quisiera que eso sea broma, pero lamentablemente no lo es. 

También dependerá la o el psicoterapeuta que elijas. Existen muchas variables que pueden ayudar a fortalecer la relación terapéutica y algunas de ellas tienen relación con la personalidad, creencias, edad o género de la persona que te atienda. Por ejemplo, si eres una persona creyente, tal vez no sientas mucha comodidad hablando con una persona atea. Aunque suene mínimo, realmente es algo que se debe considerar. 

Tal vez escriba una continuación de esta entrada (el tiempo para atender a mi siguiente paciente me hace dejar de escribir aquí por ahora), pero me gustaría cerrar diciendo que puedes intentar tomar psicoterapia por curiosidad o si llegas a necesitar. Es una inversión, sí, pero también es una inversión a nuestra barriga el six pack que nos aventamos el fin de semana. Intenta y descubre. Si no te gustó la sesión o no hiciste clic con tu terapeuta, habrá otras personas con las que puedas identificarte mejor. ¡Seguro que puede resultar una experiencia interesante!

Referencias: 

https://www.apa.org/topics/psychotherapy/entendiendo-la-psicoterapia 







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